Nagayama conoció a las organizaciones de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadore de Perú, quienes le recordaron su propia infancia, rescatando algo muy imporatante que él no tuvo en su vida: EL VALOR DE LA ORGANIZACIÓN y la forma en que los NATs la asumen para ser mejores.
Nagayama decidió que las regalías por la venta de sus libros fueran enviandas a los Niños Trabajadores del MNNATSOP quienes decidieron destinar estos fondos a su formación, tal como Nagayama lo hubiera querido. Es así que el Instituto de formación INFANT "Nagayama Norio", lleva su nombre como un homenaje, un mensaje y una inspiración.