Escribe: Walter Paz Quispe Santos Opinión - 02 ago 2010La pena de morir así no vale la pena, decía Octavio Paz, refiriéndose a esas muertes que se pueden prevenir. Pero la muerte de niños y niñas en las alturas del altiplano puneño sigue su marcha, ahora suman más de 50 y se incrementan cada día más. ¿Y qué del gobierno regional? Nada de nada. Sólo un spot televisivo mediocre donde aparece entregando algunas frazadas a algunos pobladores de las zonas afectadas por el friaje. ¿Y el gobierno central? Igual. Sólo el mensaje presidencial por fiestas patrias culpabilizando a la región de salud de Puno. Y claro la inoperancia del sector salud es escandalosa e impresionante por su insensibilidad ante las muertes y el dolor de las familias de las alturas ¿ellos no son humanos? Los dos gobiernos: el regional y central son responsables y corresponsables de semejante tragedia que no los enluta el corazón. ¿Se puede ser tan duro y cruel con la responsabilidad de velar por la salud infantil?.
La presencia del Ministro de Agricultura, con su acostumbrado asistencialismo no aminora nada. ¿El de salud? ¿Dónde está? Debe estar coordinando la campaña electoral del partido aprista al igual que el Director de la Región de Salud de puno, velando por la candidatura del hermanísimo. Los niños y niñas no son parte de la agenda de nuestras autoridades.
El congresista Jhony Lescano en un medio de comunicación afirmó que la prevención y cuidado de los niños y niñas del altiplano debe ser política de Estado ¿Y recién ahora? El está casi diez años de congresista. Y los demás están en el acomodo, es decir, como permanecer en el poder al margen de los padecimientos de la niñez puneña.
Hernán Fuentes, ha declarado que el problema es estructural, y por lo tanto insolucionable. ¡Qué manera de evadir responsabilidades fundamentales sobre la vida de la niñez¡ Si así se piensa, ya podemos comprender sobre la incapacidad para afrontar los problemas urgentes que sufren nuestra niñez.
Referirse a los niños como el futuro de la región y el país constituye un lugar común, bastante común en Puno. Sin embargo, a despecho de ese reconocimiento y respeto aparentes, la infancia sigue siendo un objeto de crónico maltrato, marginación y olvido. Sobre todo si se trata de estratos más pobres de la población. El modo como trata el “Perú Oficial” al “futuro de la región y el país” es ilustrativo. La pobreza y miseria extrema se ensañan con la desnutrición crónica y ahora con la muerte. Este destino marcado en gran parte se debe a que tenemos autoridades del gobierno central y regional que nos consideran a los niños como sujetos de derecho ni dignos de protección.
Mientras las autoridades desfilaban felices por fiestas patrias, morían más niños al ritmo de los mismos compases marciales. La despreocupación y olvido que sufren los niños estos días es una evidencia del nivel monstruosidad del que somos capaces de esgrimir. ¡Qué conducta inasible de quienes se arrogan de trabajar por la región y el país¡
Fuente: Los Andes, Fuente foto: http://carlosdeza.blogspot.es/
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